La adopción de la nube está impulsando la transformación digital, aportando niveles de velocidad y escalabilidad que pueden ofrecer mayor eficacia y nuevos flujos de ingresos. Las empresas no dudan en aprovechar las ventajas que ofrece la nube, pero es responsabilidad de los equipos de seguridad garantizar que lo hacen de forma segura.

Ante esta realidad, es de vital importancia que los responsables de TI sepan cómo atacan los ciberdelincuentes su infraestructura de nube. Como cabría esperar, los ciberdelincuentes van primero detrás de las presas fáciles: los sistemas y aplicaciones más desprotegidos.

Según recoge el informe sobre ciberfrentes de 2020, nuestros investigadores observaronlo siguiente:

• Los ciberdelincuentes atacan infraestructuras en la nube descuidadas o a punto de ser retiradas que todavía contienen datos sensibles.
• Los atacantes aprovechan la falta de restricciones de salida y de protección de cargas de trabajo para exfiltrar datos.
• Los ciberdelincuentes utilizan servicios en la nube habituales como vía para ocultar actividades maliciosas.

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